Consuelo Porras tiene la costumbre de repetir su estrategia para consumar la venganza judicial y proteger la impunidad infinita que gozan los políticos más corruptos de la historia del país. Con la novedad de que ahora, ya no disimulan, lo hacen con el mayor descaro posible, actuando con un cinismo desvergonzado que podría los pelos de punta al propio Maquiavelo.
La investigación de las vacunas rusa Sputnik es de manual. El fiscal Curruchiche presenta la investigación, pero extrañamente excluye a Miguel Martínez como sospecho, a pesar de ser directamente señalado por Estados Unidos para facilitar sobornos que garanticen la comprar de la vacuna. En el 2021, el Tesoro de EEUU dijo: «Martínez solicitó grandes sobornos para facilitar la compra de las vacunas rusas Sputnik V por parte del Gobierno de Guatemala», pero nunca fue investigado. Tampoco Giammattei.
Convenientemente, el fiscal está orientando su investigación hacia el Procurador General de la Nación, debido a que él fungía como asesor jurídico en la Comisión Coprecovid, y pese a que el jefe de dicha comisión se opuso a dicha compra.
Según las palabras del fiscal, se solicitó información por los canales oficiales, pero advierte, que de «encontrar algo», deberán colaborar en la investigación, así salgan afectados.
Ahora Julio Saavedra, actual PGN es sospecho en la investigación en la compra de las vacunas. No así Miguel Martínez. Tampoco Giammattei.
La cosa funciona así: quién presenta una denuncia en contra del círculo privilegiado del pacto de corruptos inmediatamente es investigado, luego atacan a quién denuncia, desestiman las pruebas, inventan un caso y el denunciante va preso, mientras que el corrupto, para consuelo de todos, queda en libertad gozando de impunidad. A los jueces no alineados se les acusa de abuso de autoridad y la estrategia funciona.
La clara derrota que sufrió Giammattei en las elecciones pasadas, aún no termina de sanar. A pesar de lograr un número importante de diputados, no logran tener mayoría en el Congreso. Tampoco puede encajar el poder que mantienen en alcaldías y en los Consejo de Desarrollo. Pero saben que cuentan con el soporte y apoyo de la Corte de Constitucionalidad, quién en definitiva trazó una línea roja al poder ejecutivo, mientras Consuelo se prepara para el asalto final al poder.
En 100 días Bernardo Arévalo ha sido atrapado por las redes mafiosas, gracias al exceso de ingenuidad que ha hecho gala en estos días. Su renuencia a ejercer el poder otorgado, permitió que los corruptos volviesen a flotar en su propia mierda.
Con el caso de las vacunas rusas, queda más que claro que serán ellos, los del gobierno de Semilla los perseguidos, mientras Miguel Martínez y Alejandro Giammattei seguirán gozando del consuelo y la protección del MP.