El gobierno actual, encabezado por Alejandro Giammattei, está funcionando mañana, tarde y noche, no por eficiente, ni por intentar dejar un mejor país. Más bien, para robar, saquear y expoliar los recursos del Estado lo más pronto posible, antes de entregar el poder el 14 de enero. Como lo vienen haciendo desde el primer día que juraron sus cargos, ahora gestionan contratos, coimas y otros ingresos de manera inimaginable. Lo hacen a la carrera para asegurar y ampliar sus caletas.
Es triste que sea así, pero es oportuno reconocer que estamos gobernados por una pandilla de corruptos insaciables, que, teniendo recursos económicos en abundancia, ya sea por la pandemia, por los préstamos, o bien por el incremento de la recaudación tributaria, cada uno de los funcionarios corruptos han hecho su agosto en plena crisis sin dejar nada al país. Y todo se ha hecho bajo la supervisión del ex director del centro de gobierno, la pareja sentimental del presidente, quién fracasó estrepitosamente en la campaña de continuidad con Conde en las elecciones.
En el día del inocente, Alejandro Giammattei emitió un decreto en donde concede seguridad a todos sus funcionarios, ministros, viceministros, secretarios y subsecretarios de Estado durante los próximo 4 años, sin importar más nada, olvidando que ellos dejaran sus cargos en los próximos días.
Es cierto que el próximo gobierno puede, también por medio de un decreto, impedir este desfalco. Pero vamos al hecho, que es más que un descaro, siendo el gobierno más corrupto de la historia del país, quieran seguir mamando de la teta del Estado de forma por demás irregular e ilegitimo.
Lo hacen porque saben que al frente del Ministerio Público tienen una fiscal que los ha defendido, apoyado y ha confabulado con ellos para destruir la institucionalidad democrática del país. Por eso, hoy le han otorgado el reconocimiento internacional al nombrar a Consuelo Porras con el título de personaje del año por ser una agente corrupta y anti democrática. Un título más a su ya amplio repertorio de señalamientos nacionales e internacionales que solo un funcionario público tan abyecta como ella puede obtener sin inmutarse, ni renunciar al cargo, precisamente porque todos son unos sinvergüenzas, cínicos y corruptos insaciables que le han hecho mucho daño al país y se niegan a dejar el poder.

