Las cosas se ponen difíciles en la frontera tejana. El gobernador del Estado, Greg Abbot, declaró su derecho a la autodefensa y este viernes, cuando vence el plazo dado por el gobierno federal, el gobernador ha dicho que su determinación para defenderse, sustituyendo cualquier estatuto federal que indique lo contrario se hará valer.
Así es como la guerra quedó instalada entre las autoridades federales y las autoridades estatales por el fallo de la Corte Suprema de Justicia que permite a los agentes federales retirar el alambrado de púas que se instaló en la frontera con México para frenar la migración irregular.
El presidente Biden ha declarado que la crisis de la migración no se resuelve de esa manera y acusó al gobierno estatal de socavar los esfuerzos para asegurar la frontera sur, al impedir que la patrulla fronteriza realice sus patrullas y tome control de esa zona.
El gobernador Abbott ordenó a la Guardia Nacional de Texas aislar e impedir que la patrulla fronteriza acceda al río Bravo. Texas se ha negado a cumplir los fallos judiciales a favor del gobierno federal. Eso ha movilizado a 25 estados gobernados por republicanos, los cuales ha emitido una declaración conjunta en apoyo al derecho a la autodefensa de Texas. El expresidente Trump también mostró su solidaridad.
“Biden entregó la frontera e instigó una invasión masiva de millones de inmigrantes ilegales”, dijo Donald Trump, mientras los demócratas exigen a Biden que asuma el control de la guardia nacional de Texas.
El conflicto ha escalado a niveles inimaginables, al punto que el gobernador ha dicho que no cumplirá con las exigencias y sostiene que la guardia nacional no abandonará su misión.

