Los primeros migrantes guatemaltecos llegaron este 2023, deportados de Estados Unidos. El primer vuelo llegó procedente de Texas. El año pasado retornaron al país más de 40 mil migrantes por la vía área, y se espera que para este año la cifra se incremente considerablemente.
Para Guatemala, es un problema que no se tiene interés en resolver. Los migrantes envían al país remesas que solo el año pasado representó el 18% del Producto Interno Bruto. La pobreza, la exclusión, la falta de oportunidades y la corrupción son los principales motivos para la migración. Mientras la situación económica y política no cambie, el flujo de personas que busca un futuro mejor en otro país continuará.
Estados Unidos por su parte tampoco tiene mucho interés en frenar la migración, tomando en cuenta que requiere mano de obra barata para cierta parte de su producción local. Lo que si hace es organizar y regular dicha migración, y su política migratoria también se utiliza como instrumento político.
Por ejemplo, la nueva política migratoria admite 30 mil migrantes por mes, si estos provienen de países como Cuba, Venezuela, Nicaragua o Haití. La administración Biden propone recibir a los migrantes que “escapan del socialismo”, no a los migrantes económicos que “escapan del capitalismo”, como es el caso de Guatemala.
Para los migrantes que llegan de otros países las reglas serán más estrictas para los que intenten cruzar la frontera con México. Más de 1,7 millones de migrantes fueron detenidos en esa frontera el año pasado y se espera un incremento del 40% para este año.
Dar cupos para ciertos países, son medidas implementadas en el tiempo de Donald Trump y la actual administración las mantuvo, con el único objetivo de dañar la economía de esos países y mantener el hostigamiento a dichos gobiernos. En el caso de Haití, la crisis migratoria representa el preludio de lo que puede ser una nueva intervención.
Para hacer una comparación, en los últimos años, se han deportado a más de 60 mil migrantes guatemaltecos. Lo que muestra que la política migratoria de ambos países es una farsa. Cada gobierno lo asume según su conveniencia, sin importar el daño familiar y humano que crea para los migrantes. Y sin resolver de fondo el problema económico en cada país.

