El 2023 inicio con la toma de posesión de Ignacio Lula Da Silva. Antes de las 8 de la mañana, una cola de más de dos kilómetros se formaba para asistir al acto frente al palacio de Planalto, para el tercer mandato presidencial.
«En el primer día de Gobierno, vamos a firmar un decreto para acaba con el secreto de 100 años. El pueblo debe ver lo que hizo el gobierno de Bolsonaro y trato de esconder», dijo en campaña Lula.
Y en su primer día como presidente Lula firmó un decreto para restablecer el combate a la deforestación en la Amazonía, y reactivar el Fondo homónimo, constituido con donaciones de Alemania y Noruega. Estos dos países congelaron en 2019 sus aportes ante la negativa de Bolsonaro de frenar la deforestación, que en sus tres primeros años avanzó un 73 %.
Lula suspendió nuevos registros de armas por parte de cazadores, tiradores y coleccionistas, así como la creación de clubes de tiro; redujo los límites para la compra de armas y municiones, y ordenó poner en marcha un grupo de trabajo para proponer nuevas regulaciones en la política de desarme.
Asimismo, estableció que, en los próximos 60 días, todas las armas compradas desde mayo de 2019 sean registradas nuevamente por los propietarios.

