Las portadas de los medios de comunicación de Estados Unidos y la Unión Europea están llenas del conflicto en Ucrania. Así fue hasta la semana pasada que todo cambio en Estados Unidos con la aparición de un globo. Según el pentágono, es un globo espía chino que voló a través de Alaska, Canadá y luego se posicionó sobre Montana, lugar en dónde existen ojivas nucleares y mucho del arsenal militar de Estados Unidos.
Por su parte China respondió que el globo es un sistema de investigación meteorológica que por cuestiones de fuerza mayor cambio su rumbo. Para el jefe de la diplomacia gringa, dijo que esa acción es una clara violación a la soberanía del país, y acusó a China de provocar un “acto irresponsable”, lo que obligo al funcionario a cancelar su viaje. El ejército de Estados Unidos, horas después, destruyó el globo.
La respuesta de China fue de malestar, pues dijo que era un globo civil que no representa peligro para nadie. La cancillería china manifestó que China «siempre ha respetado estrictamente el derecho internacional», y en este caso actuó adecuadamente «sin suponer ninguna amenaza para ningún país» y «todas las partes también han expresado su comprensión». Al mismo tiempo ese país se reserva el derecho a cualquier reacción necesaria después del incidente, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, enfatizando que era un objeto civil y entró al espacio aéreo estadounidense por accidente.
Hay que recordar que Estados Unidos mantiene bases militares en los países aliados que rodean China. Explícitamente el departamento de Estado ha manifestado que ese país en un competidor sistémico que debe ser contenido. Y para ello ha otorgado ayuda militar por 17 mil millones de dólares para lo modernización del ejército de Taiwán, lo que incluye 66 aviones F-16 y otras armas letales.

