Los tiempos se van acortando y todo hace presagiar que tendremos una elección entre Joe Biden y Donald Trump para la presidencia de Estados Unidos.
El súper martes es el día en que un mayor número de estados celebran elecciones primarias para nominar candidatos a presidente. Se lleva a cabo el primer martes de marzo y participan 15 estados, lo que implica que el vencedor recibe un impulso importante en su carrera por la nominación.
Pero este martes fue especial, pues prácticamente los dos contendientes ganadores casi no tuvieron competidores. Si bien Trump no obtuvo la nominación oficialmente, su contrincante, Nicky Haley anunció su retiro de la contienda. Mientras Biden solo tiene una oposición nominal, y es un hecho que será el candidato demócrata.
Aún así, el resultado del súper martes generó sorpresas que pueden marcar tendencia. Por ejemplo, Trump obtuvo una victoria contundente en todos los estados, con excepción de Vermont. En Virginia, donde Haley deposito sus esperanzas, el triunfo fue por más de 30 puntos de diferencia. Pero Trump tiene pendientes más de 90 causas penales abiertas y en la política gringa, todo puede pasar.
Mientras Joe Biden ganó, pero encontró disidencia en los votantes por su apoyo a Israel y con la guerra en Ucrania. En Minnesota se impulsó la campaña “votar sin compromiso” para mostrar su apoyo a la causa Palestina. Lo mismo sucedió en el estado de Michigan en donde se votó como “no comprometidos”.
En resumen, este martes fue de desgano total a nivel interno e indiferencia general a nivel global. Quizás sea efecto de la debacle de la democracia gringa.
El resultado fue el previsto, pero como dijo Tucker Carlson recientemente, “si no hay fraude, Trump será el próximo presidente”. Veremos.

